En ese instante

Es el momento en que todo hombre deja de ser lo que es…


El tiempo ya no existe,
La respiración me presiona,
Se detienen, fijos los ojos;
Mirando sin pensar, hablando sin querer.

Me encuentro solo entre todos,
El corazón no razona, la mente no late;
No puedo jurar en mi vida,
Que mi cuerpo sabía lo que hacía.

Es el peor momento para mi ser,
El mejor de los días que recuerdo…
Los gritos se enmudecen antes de pensarlos,
Los nervios me intimidan las manos.

Sin saber lo que hablo, lo que miro…
Mis pensamientos atrapados en mí se quedan;
El orgullo se quiebra y se deshace,
No escucho lo que existe.

¿Cómo puedo ocultar aquel decadente estado?
Desnudo ante la vida, débil, quieto;
No quiero saber lo que piensan de mí,
Mi voz me habla… no la escucho.

Arden las manos por acariciar,
Desesperados los labios por sentir,
Aprisionados los deseos de seguir,
Todo encarcelado por el miedo a perder.

Aquel instante en que todo cambia…
En el momento en que nada queda de lo que soy,
Mi nombre cambia y se olvida en ese segundo,
Es el momento en que estás frente a mí.


Hoskar

Te quiero... mujer

Quisiera ser aquél que has de amar,
Quisiera poder hacerte enamorar,
Tan sólo suspirar y escucharte decir amor,
Quisiera enamorarte de mi corazón.

Afortunado aquél que robe tu querer,
Aquél que tus labios pruebe,
Aquél que tu corazón suspire;
Bendita tu mirada que ha de enamorar.

Tan sólo espero que sepa valorarte mujer,
Que te haga volar y tu amor compensar,
Que acaricie todo lo que ha de acariciar…
Sabiendo que aquí alguien le envidia.

Tan sólo quiero que te haga feliz,
Que tus labios no haga llorar,
Y que tus ojos no han de sentir soledad,
Que sus brazos abrasen lo que yo no puedo abrazar.

Que junto a su lado estés segura,
Que tu corazón siga latiendo sin sufrimientos,
Tan sólo espero que sepa valorarte mujer…
Valorarte y amarte como yo lo estoy haciendo.

Que un rayo lo parta si te hace llorar,
Que si tu sufres, el se arrepienta y sufra aún más;
No podrá merecer tu amor aquel que te deje en soledad…
Mas aquel que te ama está inmerso en esa soledad.

Tan sólo quiero que no te sientas triste,
Tan sólo quiero que tu vida sea de la más pura felicidad,
Tan sólo quiero que si un día te sientes sola mujer…
No te arrepientas de haberme dejado escapar.

Hoskar

Aquella noche

La noche está oscura y los suspiros están tristes,
En busca de la razón he buscado la soledad,
A través de la ventana veo las estrellas que enamoran al mar,
En medio de la soledad encuentro la razón.

Con la luz apagada y el corazón encendido,
Suaves brisas se filtran por el techo de la cabaña;
Con el corazón encendido y el aire frío pienso en ti,
Los suspiros apagados invocan tu presencia.

Tu cuerpo camina frente a mí y deslumbra mis ojos,
Te sientas en la cama de enfrente y mi corazón se acelera,
Con la luz apagada intercambiamos palabras,
Con la luz de la luna, sólo míos son los suspiros.

Desde esa habitación se escucha el mar,
En esa habitación enloquece mi corazón,
Busqué la soledad y llegaste tú, busque la razón y la perdí;
Ya no hay estrellas, ahora tus ojos son los que brillan.

Te miro incansablemente mientras cepillas tu pelo,
Hermosa, preciosa, princesa de amor frente a mí;
Te miro enamorado y sonríes,
Con dificultad y suspiros susurro: eres bonita.

Tu mano se detiene mientras baja por tu pelo,
Levantas la mirada, el viento golpea la cabaña;
Me miras, sonríes y en la oscuridad de la habitación,
Escucho un bondadoso “gracias”.



Hoskar