domingo, 7 de septiembre de 2008

Vivir por vivir

Puedo ver pasar a la gente que vaga feliz,
Camina, y pasa sin saber que a su lado camina la desesperanza,
Un ser que ha amado como la más imposible historia de amor,
Un hombre que simplemente ama sin ser amado.

Es posible a caso exista tal sentimiento,
¿No es el amor, un sentimiento de dos?
Quizás esté cegado por la belleza de esa mujer
Quizá algo temporal, sólo una obsesión.

Obsesión es amar con todo el corazón,
Obsesión irremediable de amar con amor;
Mis pasos se enredan entre lo que es tierra e ilusión,
Es que ya nada ha de ser tan real.

Real fue el sentimiento, real es el sentimiento.
Real, ideal, verdadero y declarado.
Transformado en fantasía por el desprecio.
Transformado en sentido de vida por la ilusión.

Despertar sólo para amar,
Amar aquella mujer más real en sueños,
Soñar como fuese su amar, despertar y sufrir la realidad.
Sufrir por el sólo hecho de vivir.

Sin ella, la desesperación es sólo un juego de niños.
Sin su amor la soledad es la mejor de las compañías.
El Sol se ha vuelto una luz nada más, la vida y las flores.
La lluvia y el frío el más profundo de los poemas.

La inspiración de la más decadente situación,
Llega al corazón como suspiro de aire fresco.
Un verso triste y enamorado enmarca mi soledad,
Ella, sólo ella ha de hacerlo posible.

Amar para no ser amado, es vivir para morir,
Subir para caer, gritar para callar,
Sentir sin sentir, extender la mano y no encontrar agarro
Sonreír al ver su vida, indiferencia al ver la mía.

No se han dado cuenta que a sólo unos pasos camina,
La más triste de las existencias, al mismo paso que sus vidas,
Enmascarado de un caminar seguro y una fingida sonrisa,
La tristeza es fácil de ocultar, el sentimiento imposible de borrar.

Miro a mi lado, veo esas almas y pienso,
Si tan sólo existiese otro ser capaz de sentir como yo,
Capaz de entregar la vida, el cuerpo y el respiro,
Y si ese sentimiento no fuese correspondido.

Me haría feliz pensar que no soy el único,
Que hay más, que hay alguien a quien mirar.
Y no se dará cuenta, porque yo no lo notaría.
Es el amor el que ciega, e impide respirar

Respiro por ella, respiro a ella,
Su aroma me inunda despojándome de oxigeno.
Me sumerjo en ella, fresca como piscina en verano,
Pero peligrosa como mar embravecido.

La amo a ella, y sólo veré a ella.
No habrá en estas calles otra igual,
Algún parche duradero que tape la herida,
Herida tapada, pero no sanada.

Es hipócrita pensar que podré olvidarla,
Quizás cubrirla, enterrarla, y alejarla,
Quererla, cuidarla, abrazarla y respetarla.
Pero amarla como a ella, improbable designio.

Esta gente me ignora, tal como yo a ellos.
Pero no sonríen, en cambio yo si.
Una sonrisa bosquejada en mi cara, hipócrita y mentirosa.
Les veo apagados, tristes, entonces sonrío.

Quisiera en un impulso desesperado besarte,
Abrazarte y decirte cuanto te amo.
Lucirte frente a esta despreciable gente.
Decirles: Soy feliz, la amo y es mía.

Quisiera obtener un impulso desesperado.
Un reflejo instintivo de supervivencia.
Las fuerzas de un desquiciado, elegir;
Entre tortura eterna y desgarrador dolor instantáneo y apagado.


Hoskar

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